Toril tiene orígenes difíciles de precisar debido a la escasez de documentos históricos.
Su nombre, derivado de "Torril" (de torre), parece consolidarse como aldea a mediados del siglo XV,
aunque sus raíces se remontan al siglo XIV como núcleo ganadero perteneciente al Sexmo de Campo Arañuelo,
administrado por Plasencia. A lo largo de los siglos, su población ha fluctuado debido a guerras y epidemias,
alcanzando un notable descenso en el siglo XVIII, y más recientemente, un repunte a mediados del siglo XX.
Según INE 2024 Toril cuenta con 159 habitantes.
Toril tiene una estructura urbanística peculiar, con una pequeña zona de casas recientes alrededor del
Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera "Pórtico de Monfragüe",
y la mayoría de sus habitantes reside en grandes fincas rurales. A lo largo de su historia,
se ha mantenido una organización rural que remonta a la Edad Media.
En cuanto a su historia, Toril fue parte de la jurisdicción de Plasencia y dependió eclesiásticamente
de Jaraíz de la Vera. Durante los siglos XVI y XVII, la diócesis estuvo gobernada por los obispos más
relevantes, se vivió un periodo de auge, especialmente con la construcción de templos y la creación
de capellanías. Sin embargo, en los siglos XVIII y XIX, las guerras de Sucesión y de Independencia
causaron un dramático declive, con la pérdida de muchos de sus archivos y un significativo descenso de población.
La historia de Toril está vinculada al Campo Arañuelo y a la ciudad de Plasencia, aunque la falta de archivos
dificulta una reconstrucción detallada de su pasado. A pesar de ello, investigaciones recientes han recuperado
ciertos aspectos de su historia, como la memoria de Juan de Almaraz, un clérigo indiano nacido en Toril.
En resumen, la evolución de Toril ha sido marcada por su esplendor en tiempos pasados, seguido de un largo
periodo de deterioro, pero con la esperanza de continuar desentrañando su historia a través de nuevas investigaciones.